El 8 de marzo se celebra el día internacional de la mujer,
una gran oportunidad para rendirle un merecido homenaje a un personaje que con
su cariño sincero, su afecto permanente y su abnegación a toda prueba conquistó
un lugar importante en la historia de nuestra patria. La Negra Hipólita.
La Negra Hipólita nació en San Mateo, estado Aragua, el 13
de agosto de 1763,para ser mas exacto fue en San José de Tiznado, en un hato o
hacienda llamado El Totumo, propiedad de Juan Vicente Bolívar. Nació esclava y
por la usanza de entonces tomó el apellido de sus amos.
Cuando Hipólita tenía
19 años, doña Concepción da a luz al pequeño Simón, se fe afectada con
quebrantos de salud y debió buscar a una persona que la ayudara con la crianza
del recién nacido
.
Primero fue llamada una amiga de la familia: Inés Mancebo de
Mijares, pero luego fue llamada Hipólita, “La Negra Hipólita”, La gran Hipólita
a quien el Libertador mostraría siempre un
afecto sincero
.
Podemos decir que Simón Bolívar , el gran líder de la Independencia
Nacional, debe su gloria a su genio, a su determinación, a su vigor físico, a
su disposición mental, a sus profesores y…. a la Negra Hipólita, quien estuvo a
su lado en los momentos de la tierna infancia y lo ayudó a crecer, y a formarse
en la aventura grata pero exigente de la vida
.
La Negra Hipólita no fue sólo la nodriza del Libertador; sino que fue fiel y abnegada
servidora de la familia. Se encargo completamente
del niño, dirigiendo y cuidando sus primeros pasos, enseñándole las primeras
palabras, sustituyendo al padre y compensando los mimos que la madre enferma no
podía prodigarle. En otras palabras, va a desempeñar la obra que significará su
grandeza y hará perdurable su nombre
.
En 1821, después de la Batalla definitiva de Carabobo,
Bolívar concedió la libertad a los esclavos que aun tenía y entre ellos, a nuestra querida Hipólita
.
Los años pasaron y Bolívar siguió cubriéndose de gloria.
Ganaba batallas, conquistaba pueblos,
reunía ejércitos, liberaba naciones y
recibía el merecido reconocimiento de sus contemporáneos. Puede decirse
que El
Libertador vivió intensamente la
vida y sacó fuerza de su temple, pero
también de la leche y el cariño que le brindó Hipólita en los años en que
apenas sus ojos se abrían para
contemplar la luz del mundo
.
Bolívar estaba tan
agradecido de Hipólita que el 10
de julio de 1825 escribió una bella carta a su hermana. En ella reserva varias
líneas de gratitud para la persona a la que le debía tanto: “Te mando
una carta de mi madre Hipólita, le das todo lo que ella quiere; para que
hagas por ella como si fuera tu madre,
su leche ha alimentado mi vida y no he conocido otro padre que ella”.
Bolívar amaba a su “aya” y la
consideraba madre y padre a la vez
.
Nuestro gran poeta Andrés Eloy Blanco refiriéndose a La Negra Hipólita dijo de ella:
¿Qué uté é su
mamá? Si… la sangre é suya, pero… la leche é mìa!”.
Hipólita murió en la ciudad de Caracas el 26 de junio de
l835. Sin duda una venezolana ilustre.
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