Iglesia Dulce Nombre de Jesús (casco colonial de Petare)
Petare proviene de un vocablo indígena, caribe para ser más específico: “pet” significa “cara” y, por otra parte, “are” se refiere a “río”. Este nombre deriva de la ubicación de la localidad, puesto que esta bordeada por ríos y quebradas, como lo son: Río Caurimare y Guaire, y la quebrada El Oro. Fue fundada el 17 de febrero de 1621, por el capitán Pedro Gutiérrez de Lugo y el padre Gabriel de Mendoza, bajo el título de “Dulce Nombre de Jesús de Petare”.
En la zona se cultivava el café, la caña de azucar, el cacao, así como tambíen el maíz en grandes cantidades. Era un valle muy fértil que abastecía no sólo a los pobladores del lugar, sino también a toda Caracas, en especial a las poblaciones de La Urbina, El marqués, Los Marrones, Los Ruices y Macaracuay.
Estos tiempos dorados se vieron opacados por las guerras independentistas y sus consecuencias devastadoras para el país. Además el terremoto de 1812 también golpeó fuertemente a la localidad. Esto acarreó el desvanecimiento de la industria agrícola, dado que los campesinos a sus tierras originarias para resguardarse de los tiempos de batallas.
Sin embargo, la historia continuó y afortunadamente le iluminó el rostro a Petare, pues en 1897 se convirtió en el primer pueblo de Caracas en hacer uso de la luz eléctrica proveniente de la planta El Encantado.
Paralelamente, y en el campo político, se estableció un nuevo orden. Se proclamó como capital del Distrito Sucre del estado Miranda, luego de haber sido la cabeza del Departamente Sucre de la Sección Oriental del Distrito Federal.
Se decidió proteger el casco histórico de Petare que incluye edificios, iglesias, espacios público; dado el galopante progreso y desarrollo tecnológico, demográfico, político y deportivo que estaba mostrando. En tal sentido, el 2 de agosto de 1960, el Estado venezolano declaró Monumentos Históricos Nacionales la Iglesia Dulce Nombre de Jesús y la Capilla Santa María Magdalena, según Gaceta Oficial N° 26.320.
Hoy día, y a pesar de estas medidas, Petare ha crecido indistintamente de los intentos de controlar su desarrollo en términos de viviendas, locales y establecimientos. Los barrios, paradas de transportes, automóviles y pobladores no han tomado conciencia y, por el contrario, se demolieron numerosas obras del casco viejo. El tránsito constante de este inmenso número de personas ha traído como consecuencia el colapso de los servicios públicos y la proliferación de males sociales antes desconocidos. En 1990, Petare pasó a ser la capital del Municipio Sucre y el censo de ese mismo año contabilizó 500.800 pobladores.
0 comentarios :