El decreto de Guzmán Blanco fue acompañado por la orden de la terminación de sus fachadas en base al proyecto que para la iglesia había diseñado el ingeniero José Gregorio Solano en los años 1853-1858. Los trabajos fueron conducidos por los ingenieros Julián Churión, Juan Hurtado Manrique, Tomás Soriano y Roberto García, inaugurándose la obra el 28 de octubre de 1875. No obstante, la verdadera consagración del edificio se efectuó el mismo día de San Simón un año más tarde (28.10.1876), cuando se trasladaron desde la catedral los restos del Libertador. Estos fueron colocados en un sarcófago de madera con revestimientos de plata y oro, realizado en estilo neogótico por el artista francés Emile Jacquin. Se trasladó asimismo desde la catedral la estatua del Libertador hecha en 1842 por el escultor italiano Pietro Tenerani
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El sarcófago y la estatua fueron ubicados en el espacio que correspondía al presbítero de la iglesia, es decir, en el lugar del altar. En 1910, el gobierno de Juan Vicente Gómez procedió a una reforma general del edificio, según el proyecto del arquitecto Alejandro Chataing, la cual fue terminada en julio de 1911, en ocasión de la celebración del centenario de la Independencia. Otra reforma del Panteón fue ordenada con un decreto del gobierno gomecista en 1929, conforme al proyecto del arquitecto Manuel Mujica Millán.
Estos trabajos que corresponden al aspecto actual del edificio, fueron ejecutados durante el año 1930 bajo la dirección de Mujica y de los ingenieros Edgar Pardo Stolk, Hernán Ayala y Guillermo A. Salas.
Internamente, fueron realizadas correcciones en los arcos y las columnas. El antiguo sarcófago de madera que contenía los restos del Libertador fue sustituido por uno de bronce, diseñado por el escultor español Chicaharro Gamo y colocado sobre un basamento de mármol. La parte superior de las naves y los tímpanos de los fueron cubiertos por las pinturas de temas alegóricos e históricos de Tito Salas. En el interior del Panteón, de ambos lados del ambiente principal que contiene el sarcófago y el monumento del Libertador, se encuentran nichos con las estatuas de Francisco de Miranda y Antonio José de Sucre, respectivamente. Entre otros nichos, dispuestos a lo largo de las paredes longitudinales, hay monumentos dedicados a la Primera República, a José Gregorio Monagas, a la Federación, a Andrés Bello, a José Antonio Páez, a la Declaración de la República de Venezuela, a Rafael Urdaneta y a José María Vargas. Bajo el pavimento, en las 2 naves laterales están colocados los restos de los próceres y hombres ilustres de Venezuela, señalados con lápidas. En 1963, el gobierno de Rómulo Betancourt dictó una nueva reglamentación por la que se establecía que el Panteón debía estar abierto al público todos los días del año. Al mismo tiempo, las modalidades de sepultura y los procedimientos administrativos corren ahora a cargo del Ministerio de Relaciones Interiores. En 1980 fueron iniciados los trabajos urbanísticos de remodelación de los entornos del Panteón, conforme al estudio del arquitecto Tomás Sanabria.
Mausoleo del Libertador Simón Bolívar, construido como una extensión del Panteón Nacional
EL UNIVERSAL
miércoles 15 de mayo de 2013 09:24 PM
Caracas.- El nuevo mausoleo del Libertador Simón Bolívar, construido como una extensión del Panteón Nacional, donde reposan actualmente los restos del Padre de la Patria, fue inaugurado anoche por el presidente Nicolás Maduro.
Según explicó un cable de la Agencia Venezolana de Noticias, el nuevo espacio es de diseño y construcción nacional. Su punto más elevado alcanza 54 metros de altura, ocho metros más que la torre del Panteón. Abarca un espacio de 2.000 metros cuadrados, con una capacidad para recibir hasta 1.500 personas.
En el mausoleo, acota el boletín, los restos de Bolívar estarán mejor resguardados gracias al material utilizado. Los visitantes podrán observar el sarcófago custodiado por el Monumento al Libertador, creado por el escultor italiano Pietro Tenerani.
Más de mil personas construyeron la estructura, que está compuesta por acero ensamblado en talleres criollos, láminas traídos de Suiza para recubrir el esqueleto, cerámicas de España, granito negro proveniente de Sudáfrica y acero corten, de Estados Unidos.
En el norte del Mausoleo está ubicada la escultura de catorce metros de alto La Rosa Roja de Paita, del arquitecto Doménico Silvestro, Premio Nacional de Arquitectura, en homenaje a Manuela Sáenz.
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