Arturo Michelena fue más bien un pintor impresionante que uno impresionista. La fluidez y precisión del trazo, la manera resuelta y luminosa con que aplicaba los pigmentos y sobre todo el espíritu abierto y cautivante del artista lo hacen, ciertamente un pintor impresionante. Uno que no puede ser visto de soslayo, uno que debe mirarse con reverente atención.
Sin detalles innecesarios, sin adornos fatuos, Michelena resuelve los problemas plásticos del cuadro con admirable economía de recursos y sin embargo, con tal desenfadada nobleza que uno no puede menos que dejarse llevar por el mundo interior del artista que poco a poco va inundando los ojos y el alma de ese misterio que encierra el saber hacer, de los misterios que encierran, en fin, las manos sabias de un maestro.
Michelena es maestro de maestros, no solo de Venezuela y de Latinoamérica, sino del mundo.
No queda la menor duda de que Arturo Michelena era un gran pintor, uno muy prolífico, si se toma en cuenta que falleció a los 35 años. Artista de método, que es lo mismo a decir creador disciplinado. Manejó la técnica a punta de práctica. Hacedor de cuadros en gran formato en las que el espectador se siente nimio ante lo representado, situación que sucede en trabajos como el Retrato ecuestre del general Joaquín Crespo (en 1897), donde representa al mandatario de manera portentosa, no solo ante nosotros sino ante la tropa que tiene detrás ―masificada y sin rostro.
Aunque pudiera parecer que Arturo Michelena es el pintor de un solo cuadro (Miranda en La Carraca) ―así como se dice que Rómulo Gallegos es el escritor de Doña Bárbara o que García Márquez es el novelista de Cien años de soledad,
para dar a entender que el resto de la obra es menor― se puede
encontrar su magnificencia como artista a través de la ejecución de
diversos temas. Predomina lo histórico, es cierto, pero también hay
representación de lo mitológico; o la ejecución de retratos. Incluso, el
dramatismo tampoco se hace esperar en cuadros íntimos y de tinte casi
elegíaco como El niño enfermo (1886).
“Miranda en La Carraca”
Técnica: Óleo sobre tela
Medida: 197 x 245,2 cms
Año: 1896
Autor: Arturo Michelena
Colección: Galeria de Arte Nacional
Obra Arturo Michelena - Vuelvan Caras - 1890
La vara rota, 1892
El panteón de los Héroes. 1898. Óleo sobre tela. 135 x 168 cm
La muerte del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, en el bosque de Berruecos (acontecida el 4 de junio de 1830; óleo de Arturo Michelena,1895 ..
Retrato de Antonio Jose de Sucre
autor: Arturo Michelena
tecnica: Oleo sobre tela
Catedral de Caracas (Caracas La Ultima Cena. Obra Inconclusa del Pintor Arturo Michelena. Catedral de Caracas (Caracas 1898)
La Joven Madre 1889
Multiplicación de Los Panes. Autor: Arturo Michelena. 1897. Basílica Menor.
El niño enfermo, es un oleo sobre tela pintado por Arturo Michelena en 1886
El niño enfermo, es un oleo sobre tela pintado por Arturo Michelena en 1886
:Retrato ecuestre del general Joaquin Crespo - Arturo Michelena,(1897)
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