lunes, 7 de marzo de 2022

Via Crucis para los niños

 



Queridos niños , vamos a

recordar con amor y agradecimiento lo mucho

que Jesús sufrió por salvarnos del pecado. Te invitamos a cargar con las pequeñas

cruces de cada día, recordando con frecuencia las estaciones o pasos de Jesús hasta

su muerte en la Cruz.

- Señal de la Cruz

Yo confieso ante Dios Todopoderoso,

y ante ustedes hermanos que he pecado mucho

de pensamiento, palabra, obra y omisión.

Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a Santa María siempre Virgen,

a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos,

que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén.

- Oremos:

 Señor Jesús, que nos tienes a todos los niños y  entre

tus predilectos, este día queremos recorrer y meditar sobre tu camino de dolor,

no tanto el que viviste hace siglos, sino el que sigues viviendo hoy especialmente

en los niños  del mundo entero que sufren día a día. Tú te has

identificado con nosotros los cristianos, pero también, de manera especial con

todos los hombres que sufren. Tú sigues sangrando en las heridas de los hombres

y de las mujeres de hoy. Todos somos víctimas del sufrimiento pero también

somos culpables de que muchos sufran. Ayúdanos a reconocer nuestros errores y

sembrar amor en nuestro corazón. Amén.


Primera Estación

 - Jesús condenado a muerte




Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos que por tu santa cruz

redimiste al mundo.

 Jesús, cuando Pilato te condenaba a muerte, Tu querías rebelarte porque

eras inocente, pero luego has mirado lejos y has visto los rostros de tantos niños

condenados a morir a causa de las guerras injustas , del hambre, de las

enfermedades, de la miseria moral y material.

 Amado Jesús, tu fuiste injustamente condenado a. muerte. ayúdanos a no decir mentiras y no levantar falsos testimonios 

• Perdónanos, Señor si todavía no hemos aprendido a respetar la vida humana

y nos permitimos cada día condenar a muerte a tus criaturas, hechas a tu imagen y

semejanza.

(Padre nuestro y Ave María)


Segunda Estación:

- Jesús toma la cruz



“Y, cargando con la cruz, salió hacia el lugar llamado “la calavera”, en

hebreo “Gólgota” (Jn 19, 17)

Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos que por tu santa cruz

redimiste al mundo.

 Para la época, se tenía como costumbre que todo hombre que fuese condenado por “bandido” debería cargar una cruz y luego ser crucificado en ella. Es por ello, que Jesús se vio obligado a cargar la cruz hasta el monte el Calvario y además tener que soportar insultos, gritos y maltratos
.
Este Via crucis  nos enseña a desear ser discípulos de Jesús, a seguir su camino y agradecerle y glorificar por su sacrificio.

 Oración:
Amado Señor Jesús, el precio que has tenido que pagar por mis pecados ha sido muy alto, por eso, me rindo ante ti y te daré gracias hasta mi último aliento. Te ofrezco, mi esfuerzo al realizar mis tareas y cumplir con mis deberes.

(Padre nuestro y Ave María)



Tercera estación: Jesús cae por primera vez




Te adoramos Cristo y te bendecimos; que por tu santa cruz redimiste al mundo

Luego del gran peso que Jesús había soportado en el camino, su cuerpo humano, débil, se rinde y cae por primera vez. Con esta caída, Jesús nos demuestra que el peso de nuestros pecados era inmenso, pero a pesar de ello, estaba dispuesto a continuar y cumplir con la voluntad del padre.

Como buen cristiano tengo el deber de aceptar mis “cruces” diarias: trabajos, responsabilidades, tareas, sin embargo, en muchos casos postergó mis tareas, falto a clases o no asumo mis responsabilidades.

Debo seguir el camino de Jesús, y aceptar cada una de mis cruces de manera amorosa y sin importar si caigo, debo levantarme con ánimo y continuar, así como lo hizo Jesús.

Cada vez que desobedecemos a Dios, cometemos pecado, cada vez que llevamos la contraria a nuestros padres, decimos malas palabras, u ofendemos a otros de cualquier manera estamos acumulando peso en la cruz de Dios, así que pidámosle perdón por ello y evitemos este tipo de conductas
.

Oración:
 Querido Jesús, quiero darte las gracias por vivir en mi corazón, por permitirme conocerte y por enseñarme cada día un poco más. Gracias, por ser un ejemplo en mi vida.

Gracias Jesús, por enseñarme que cada vez que caiga deberé levantarme lo más rápido posible, para que desee arrepentirme por haberte ofendido a ti, a mis padres o a otros.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ¡ten piedad de nosotros!

(Padre nuestro y Ave María)


Cuarta estación: Jesús se encuentra a su Madre



Te adoramos Cristo y te bendecimos; que por tu santa cruz redimiste al mundo.

Entre aquellos gritos de una turba furiosa estaba Jesús, sufriendo, siendo blanco de tratos inhumanos, burlas y golpes. Mientras los hombres reían y se burlaban de Jesús, las mujeres lloraban y sufrían desconsoladamente.

 María, era quien más sufría, pero como desde siempre, demostraba fortaleza y lloraba en silencio, pues ella tenía muy claro que este día llegaría.

María, Madre de Dios, es ejemplo de bondad, entrega y amor, servicio a los más necesitados, para los que se sienten  tristes o abandonados, y es un consuelo para todos aquellos que están enfermos.

Oración:
 Querido Jesús, quiero darte las gracias por cuanto nos has enseñando y continúas enseñando. También, quiero darte las gracias por escoger a  María como tu madre y madre de todos nosotros, sin duda, a ella también le debemos muchísimo.

Gracias, por presentarnos un ser dulce, noble, con un corazón inmenso y apasionado. Gracias, por permitir que tu María fuese nuestra Madre. En honor a ella, quiero servirte, así como ella y los discípulos te sirvieron a ti.

Oh, amado, Padre, gracias por tantas bendiciones, gracias por ser parte de mi vida, por colmarme de bendiciones a través del Espíritu Santo y por permitir amarte a ti, a Dios Padre y a tu hermosa  madre, María.

(Padre nuestro y Ave María)


Quinta estación: Jesús es ayudado por el Cirineo a cargar la cruz



Te adoramos Cristo y te bendecimos; que por tu santa cruz redimiste al mundo.

 A pesar de que los soldados veían que Jesús se encontraba malherido no tuvieron compasión alguna, continuaban golpeándolos, entre burlas y risas, sin embargo, en un punto, notaron que Jesús estaba mucho más grave de lo que pensaban.

Estaba extremadamente débil, casi agonizaba, y empezaron a temer que este muriera antes de ser crucificado en el monte calvario. Obligaron entonces a un hombre llamado Simeón, a que ayuda a cargar la cruz que llevaba a cuestas Jesús.

 Jesús, al igual que nosotros, es hijo de la Virgen María, por tanto, es nuestro hermano. Cuando nos bautiza, además, quedamos libres de todo pecado original concebido.

Jesús, decidió entregar su cuerpo, su mente, su espíritu y su vida por nosotros. Cada gota de sangre derramada por su cuerpo, se convirtieron en nuestro pan y vino de cada día.

Amado Jesús, quiero darte las gracias por haberte sacrificado por nosotros para salvarnos, he comprendido tu mensaje: debemos ser una gran familia, amar a nuestros hermanos, tal y como nos pides a través de tu palabra. Soy un niño obediente y así lo haré Padre Amado.

 Oración:
 Querido Jesús, te pido que me permitas ayudarte con esa cruz tan pensada, pues entiendo que el enorme peso era por nuestros pecados. Perdóname, cada vez que ofendo a otros y actúo como los soldados causándoles un dolor en su corazón.

Por eso Padre, te pido que me permitas ayudarte tal como lo hizo aquel día Simón. Hazme comprender, el valor de cada uno de mis esfuerzos. Que debo asumir mis responsabilidades y pedir perdón cuando lastimo a alguien más.

(Padre nuestro y Ave María)




Sexta estación: La Verónica limpia el rostro de Jesús


Te adoramos Cristo y te bendecimos; que por tu santa cruz redimiste al mundo.

 A pesar de la trágica y dolorosa escena, siempre habrá alguien que se compadezca de nosotros, en este caso, una mujer de nombre María Magdalena tuvo compasión de Jesús.

Su rostro, estaba cubierto de sudor y sangre, su aspecto era moribundo, y aun así esta mujer le enjuagó la cara con un paño limpio, y en este, quedó impreso el rostro del Hijo de Dios.

: Jesús le da la gracias a esta noble mujer por ayudarle y compadecerse de él. En ocasiones, no nos damos cuenta de que somos ingratos, egoístas y orgullosos, en vez de ayudar a otros, somos arrogantes y despreciamos a los demás, generándoles sufrimiento.

 Verónica demostró ser una mujer bondadosa y compasiva al limpiar el rostro de Jesús. Su manera de agradecerle fue dejando su rostro estampado en aquella tela.

Tal y como lo hizo Verónica, es mi deber como hijo y como niño aprender a reconocer las necesidades de otros, prestar atención a todo y a todos los que me rodean y actuar de corazón.

Oración: 
Jesús, te pido que me enseñes a amar a otros de manera desinteresada, sin esperar nada a cambio, enséñame como amar a otros con inteligencia y con todo mi corazón. Muéstrame el camino, para poder ayudar a otros en lo que necesiten, para servirte siempre. Ayudar a otros es ayudarte a ti.

(Padre nuestro y Ave María)


Séptima estación: Jesús cae por segunda vez



Te adoramos Cristo y te bendecimos; que por tu santa cruz redimiste al mundo.

 El camino es largo y cada vez se torna más difícil. Aunque Jesús, tiene la ayuda de Simón, su cuerpo de hombre continúa rindiéndose, aunque su corazón esté dispuesto.

Jesús, cae por segunda vez y su agotamiento es tal que es casi mortal, pero sabe, que debe continuar para poder cumplir con la voluntad de su padre y salvarnos.

Cada vez que tenga un problema, oraré a Dios con todas mis fuerzas y le pediré que me brinde fortaleza y sabiduría para actuar y expresarme d manera honesta, transparente, justa e inteligente. Le pediré fuerzas para no volver a caer.

: Solo busco a Dios ante los problemas y dificultades, pero cuando las cosas salen bien olvido que él siempre está allí para mí y gracias a él he obtenido ese logro.

 Oración:
 Querido Jesús tú eres mi fortaleza, esa mano que me levanta en cada caída. Eres mi apoyo y mi esperanza. Te doy gracias por estar siempre a mi lado.

(Padre nuestro y Ave María)


Octava estación: Jesús consuela a las mujeres (hijas de Jerusalén)



Te adoramos Cristo y te bendecimos; que por tu santa cruz redimiste al mundo.

: Cuando Jesús atravesaba la “Calle de la Amargura” vio como un grupo de mujeres sollozaban desconsoladas, a pesar de que no tenía fuerzas, les dijo  no derramar esas lágrimas por él, sino por sus hijos.

 No quiero hacer sufrir más a Jesús, mucho menos, agregar peso a su cruz, por ello, siento pena y pido perdón por lo pecados cometidos.

 Jesús murió en la cruz a pesar de haber nacido sin pecado original. Pagó el precio más alto de todos, pero al hacerlo, convirtió muchos corazones.

Oración: Querido Jesús, ayúdame a fortalecer mi fe, a servir a otros y a seguir tu camino con gozo
.
(Padre nuestro y Ave María)


Novena estación: Jesús cae por tercera vez



Te adoramos Cristo y te bendecimos; que por tu santa cruz redimiste al mundo.

 Hasta la más mínima piedra en el camino representaba un reto inmenso para Jesús, moribundamente herido, cae por tercera vez.

: Jesús cae y se siente abandonado. Jesús habita en nosotros, pero también en cada enfermo, cada persona sin hogar, cada hombre abandonado, ¿estás dispuesto a ayudarle?

 Cada vez que nos sintamos afligidos busquemos a Dios y pidamosle con toda nuestra fe; evitemos entonces ceder ante las continuas tentaciones del maligno. Actuemos siempre con bien.

 Oración:
 Querido Jesús, te pido que me perdones por todas las veces que te he ofendido y te he desobedecido. Te agradezco todo cuanto has hecho y tenido que soportar por nosotros. Perdóname por el sufrimiento que te causo cada vez que cometo pecado en pensamiento, obra o palabra.

(Padre nuestro y Ave María)


Décima estación: Jesús es despojado de sus vestiduras


Te adoramos Cristo y te bendecimos; que por tu santa cruz redimiste al mundo.

: Al fin, Jesús luego de un largo camino logra llegar al monte Calvario y puede descansar un poco sus hombros, sin embargo, las personas eufóricas exigen su muerte y le rasgan sus vestiduras y le insultan.

Entre burlas, continúan rasgando sus vestiduras, e incluso los soldados les parece gracioso y sortean su túnica.

Mensaje para mí: ¿Cuántas veces me he atrevido a maltratar a Jesús como los soldados? Con mis malas acciones, maltratando a otros, juzgando injustamente a mis amigos… Sé que debo mejorar.

 Si crees que Jesús aceptó de manera sencilla su pasión y muerte, permítenos aclararte que no fue así, por ello, antes de que este día llegase decidió retirarse, reflexionar, orar y pedir fuerzas a su Padre
.
Oración:

 Querido Jesús, el día de hoy quiero pedirte que así como fuiste despojado de tus vestiduras me permitas despojarme de todo mal, de toda acción malintencionada o tentación del maligno para poder servirte y seguir tu camino.

(Padre nuestro y Ave María)


Onceava estación: Jesús es crucificado


Te adoramos Cristo y te bendecimos; que por tu santa cruz redimiste al mundo.

 Antes de que llegase el medio día, los soldados habían comenzado a clavar a Jesús en la cruz de manos o pies, y las personas por supuesto, estaban ansiosos de verlo exhalar su último aliento.

 Quizás, no pude hacer nada para evitar que Jesús sufriera por nuestros pecados, pero si puedo hacer algo por mis vecinos, compañeros de clase, padres, hermanos.

 La cruz para un cristiano representa el poder salvarnos, es el amor de Dios y la victoria ante el pecado o la muerte; Dios cumplió con su palabra cuando nos prometió que enviaría un Mesías que nos salvase.

Oración:
Querido Jesús, te pido perdón porque por nuestros pecados fuiste crucificado en la cruz, a veces me pregunto, si tú soportaste en silencio tanto y hasta entregaste tu vida por nosotros ¿cómo puedo ser tan malagradecido y quejarme de tus mandamientos cuando estos son el camino para mi salvación?

(Padre nuestro y Ave María)


Doceava estación: Jesús muere en la cruz



Te adoramos Cristo y te bendecimos; que por tu santa cruz redimiste al mundo.

Jesús es clavado finalmente en la cruz y elevado para esperar la muerte lenta. A las tres de la tarde de ese día, luego de un camino largo, sufrimiento, burlas y agonías su cuerpo le dice que está por abandonar este mundo.

Antes de ese último aliento pide al Padre que los perdone y les tenga misericordia con ellos porque su ignorancia no les permite ver lo que es obvio y muere. Luego, la tierra tiembla, la turba eufórica ahora tiene miedo y caen en cuenta del gran error que han cometido y exclaman ¡Este hombre era el verdadero Hijo de Dios!
 Jesús murió, pero su muerte tenía un propósito: salvarnos. El camino que nos ha encomendado es lo que nos llevará a resucitar y disfrutar de la vida eterna a su lado.

 Oración:
 Querido Jesús, al entregar tu vida me has enseñado la más grande lección de perdón y amor, deseo ser como tú Señor.

(Padre nuestro y Ave María)


Décima tercera estación: Jesús es descendido de la cruz


Te adoramos Cristo y te bendecimos; que por tu santa cruz redimiste al mundo
.
 Nicodemo y José de Arimatea bajan de la cruz el cuerpo y se lo entregan a su Madre María, quien se encuentra completamente desconsolada. Su dolor es tan grande que hubiese deseado morir ella.
: Cada vez que desobedezco a Dios causo gran dolor a María.

Mi oración: Querido Jesús, tu madre sufrió el más grande de los dolores al verte morir, por ello, quiero ser un buen cristiano, para no causarle más dolor. Madre, permítenos la dicha de poder entregar nuestras almas al Señor antes de exhalar nuestro último aliento.


Catorceava estación: Jesús es sepultado



Te adoramos Cristo y te bendecimos; que por tu santa cruz redimiste al mundo.

 Cerca del lugar donde habían crucificado a Jesús había un sepulcro, en este, Jesús fue colocado. Tanto la Virgen como los discípulos anhelaban de manera ansiosa su resurrección tal y como les había prometido.

: Nos bautizan para que nuestro pecado original concebido quede eliminado, podamos seguir el camino de Dios y alcanzar la santificación. Es también, lo que me permitirá resucitar y disfrutar de una vida eterna junto a él.

: En este largo camino del Vía crucis acompañamos a nuestro Señor Dios desde el momento que fue condenado y entregado por Poncio Pilato, hasta su muerte y posterior resurrección.

Jesús desea que nos apartemos del pecado para que podamos disfrutar de una vida eterna junto a él, tal y como nos lo prometió. Que renazcamos y resucitemos así como él lo hizo.

Algo que debo recordar siempre y que me permitirá renovar y fortalecer mi fe es creer en que Jesús murió por nosotros y resucito glorioso, demostrando su poder, por ello, mi deber como cristiano es seguir su ejemplo de vida y obedecerle siempre en palabra y obra.

 Oración:
 Querido Jesús, aunque los hombres creyeron que habían triunfado al presenciar tu muerte les demostraste con tu resurrección que tu poder es ilimitado y es tan grande que es capaz de vencer hasta a la misma muerte.

(Padre nuestro y Ave María)




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