Funciones del Coordinador Pedagógico.
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[image: Coordinación Pedagógico. Maestra Asunción]
*A continuación se describen algunas de las funciones del Docente a cargo
de la Coordinación Pedagóg...
sábado, 27 de septiembre de 2014
¿Qué sucede con nuestro Himno Nacional en las Instituciones Educativas y en Nuestra Sociedad?
La falta de valores cívicos es la causa por la cual algunas personas no respetan el momento en que se entona el Himno Nacional, se debe buscar, motivar y sembrar nuevos valores para que se respete. Cuando la gente canta el himno nacional no piensa que en cada párrafo está la historia de la independencia de nuestro país; por eso es importante que se le entone adecuadamente y con todo respeto.
Los himnos, y sobre todo los Himnos Nacionales de cada país, forman parte de su vida cívica, en el tanto remiten a conformar, mediante héroes o acontecimientos heroicos, un imaginario nacional que responda a una idea de Nación.
Además de ello, los himnos constituyen un eje de representaciones que evidencia un cierto modo de ver el mundo, enmarcado en un sistema de valores y una concepción de ‘sujeto nacional’ determinado.
Según Michèle Duchet (1925-2001), fue una profesora e historiadora, especialista en la construcción de la Antropología durante el siglo de las Luces francés. Fue una destacada especialista en el siglo XVIII; se asume que la sociedad involucra tres componentes: sujeto (el cual constituye una instancia individual pero sujeto a una instancia colectiva que lo va determinando), una ideología (producto de una sociedad histórica) y las instituciones (repercute en los aparatos ideológicos del Estado).
Se asume de acuerdo a lo expresado anteriormente que el ‘sujeto venezolano’ está supeditado a una ideología, se retrata en la música y letra de su himno nacional, como un monumento que transmite ciertos valores y organización de conductas del individuo.
Bien se dice que detrás de cada enunciado (que se enmarca dentro de un discurso) se ofrece una captación de la realidad. Precisamente, la música del Himno Nacional respondió –en su momento- a una manera de percibir el mundo de 1810.
Grande fue el prestigio de esta canción patriótica, de cuyo impacto en los españoles se hace eco el Intendente del Ejército y Real Hacienda, quien informa al Supremo Ministerio de Hacienda -por documento fechado en Cádiz el 4 de julio de 1810-, lo siguiente: "pero lo más escandaloso fue que en las canciones alegóricas que compusieron e imprimieron de su independencia, convidaban a toda la América Española para hacer causa común, y que tomasen a los caraqueños por modelo para dirigir revoluciones". (Documento en el Archivo General de Indias, España).
Dichos conceptos constituyen una atinada interpretación del sentido de la tercera estrofa del Gloria al Bravo Pueblo:
«Unida con lazos que el cielo formó, la América toda existe en Nación, y si el despotismo levanta la voz seguid el ejemplo que Caracas dio».
Era ya por entonces el Gloria al Bravo Pueblo un gran canto patriótico. Su letra y música constituían fuente de honda evocación. Durante el transcurrir de la contienda emancipadora las demás canciones patrióticas fueron perdiendo vigencia y poco a poco quedaron durmiendo en el recuerdo. Sólo ésta, con su síntesis de historia y visión del futuro, persistió.
«¡Abajo cadenas! Gritaba el señor, Y el pobre en su choza Libertad pidió».
Era el Señor allí aludido, el rico, el emparentado o descendiente de condes y marqueses, el mantuano de vida regalada y vastas posesiones. Tanto ellos como el pobre ansiaban y pedían libertad. Abajo las cadenas de las extorsionadoras injusticias y privilegios. Era el pueblo todo, con su multitud de ricos y su muchedumbre de esclavizados pobres. Todos clamaban por la entonces inexistente libertad, a cuyo nombre sacrosanto se estremecían de terror los tiranos y los déspotas:
«A este santo nombre tembló de pavor el vil egoísmo que otra vez triunfó».
El egoísmo, la ambición de unos cuantos y poderosos representantes de la Monarquía; la explotación de la tierra y de sus hombres a lo largo de más de trescientos años de extorsión y coloniaje, la trata de negros, las distinciones de castas y todo un mundo de injusticias. Ante la libertad conquistada desaparecerían las opresoras cadenas.
Expresa la canción: «Y desde el Empíreo, el Supremo Autor un sublime aliento al pueblo infundió». Aquí, la admirable visión futurista de Vicente Salías anticipó que, en aquel ejército de héroes que más tarde comandaría Simón Bolívar y que realizaría inauditas proezas, latía una inspiración sublime y vibraba el fuego de la Libertad, supremo don del Creador.
La frase que en el coro dice: «Gloria al Bravo Pueblo que el yugo lanzó» rinde homenaje y evoca a Caracas, la ciudad bajo cuyo cielo se fraguó y culminó el movimiento revolucionario que inició el fin de la dominación extranjera, a la vez que glorifica a su gente.
En la Guerra de la Independencia, la voz del Gloria al Bravo Pueblo fue antorcha de patriotismo, entusiasmo y heroísmo, de estímulo en los días aciagos y clarín de gloria en Carabobo, Junín y Ayacucho. Ya afianzada la vida republicana, se la denominó "Canción Nacional", demostrándose así la aspiración del pueblo por tenerla como símbolo de la patria, pues ninguno de los otros cantos podría ser tan apropiado como éste, que había vivido toda la epopeya de la gesta independentista.
Este glorioso canto épico, que repercutió en Caracas desde que fue interpretado por primera vez, era cantado jubilosamente por el pueblo en las calles. Era el canto marcial en los combates que se libraron por la emancipación de Venezuela y otras hermanas repúblicas de América, quedando definitivamente los compases de su nota sublime y triunfal, desde aquellos días gloriosos, como Himno Nacional y las orquestas se encargaban de difundirlo por las principales poblaciones de Venezuela, bajo la denominación de Canción de Caracas o Marsellesa venezolana.
Mantener el Himno Nacional es mantener la cultura…Edmond Cros hispanista francés y uno de los primeros teóricos de los estudios sociocríticos. Se trata del ideosema. Con este instrumento se facilita el análisis de las representaciones que se manifiestan como conjuntos estructurados en el texto y que le dan su dinamismo. Al ser la estructuración una práctica social, Edmond Cros concibe el ideosema como un articulador semiótico y discursivo a un tiempo. El ideosema designa simultáneamente el punto de origen de la estructuración y cada uno de los elementos que en el texto reproducen ese origen.
Es un punto clave del funcionamiento textual y del sistema de estructuración de las prácticas sociales y discursivas. Este concepto le sirve para mostrar la directa relación entre texto y sociedad en el diseño mismo del modelo de producción textual, suponiendo una superación de la explicación que proporciona el concepto de genotexto, al explicar el funcionamiento morfogenético. Este nuevo planteamiento justifica que pueda hablarse de una segunda etapa en su teoría sociocrítica a la que correspondería su libro Ideosemas y Morfogénesis del Texto. Literatura española e hispanoamericana (1992). En la introducción de este libro, explica Cros por extenso todo el proceso teórico y de análisis de textos literarios hispánicos que le ha llevado a este concepto.
El interés de este concepto en el sistema crosiano reside en que facilita la superación de los límites de una sociocrítica del texto literario para poder encarar una explicación de la “socialidad” de todo producto cultural, esto es, se abre la posibilidad de una sociocrítica de la cultura.
La argumentación de esta apertura teórica la ofrece Edmond Cros al final de la introducción mencionada, al ver en el análisis del funcionamiento ideosémico la caracterización de la producción cultural. Los procesos de estructuración resultan claves para Cros, por cuanto, como afirma, “La estructuración no sería simplemente el instrumento de la semiosis. A través de lo que podemos percibir de la forma como funciona en el texto de ficción, aparece como la condición necesaria de toda comunicación intersubjetiva y de toda actividad del imaginario.” Se dan así las condiciones de la apertura teórica al estudio de la cultura, pues los ideosemas conforman unos conjuntos estructurados o campos morfogenéticos que se realizarían en los objetos culturales a través de las unidades mórficas.
Con este concepto, Cros pretende precisar la organización compleja de un campo nocional responsable de la semiosis, siendo este campo el que le da al texto sus coordenadas socio-históricas. Aquí encuentra su fundamento una nueva fase de su teoría sociocrítica, la del estudio de la cultura como el espacio donde lo ideológico se manifiesta con mayor eficacia, siendo la cultura el mecanismo social cuya función objetiva consiste en enraizar la colectividad en la conciencia de su propia identidad, lo que remite a la cuestión del funcionamiento del sujeto cultural y paralelamente a la del texto cultural.
El Himno Nacional de nuestro país funciona como una memoria colectiva y es oficializado como el ‘modo de vida’ que debe seguir el venezolano para responder en forma efectiva a los requerimientos que la sociedad le demanda.
Que los educandos entonen el himno nacional, es casi un desafío actual para el docente… ¿Qué podemos hacer?
El que un estudiante entone el himno por obligación deja de cumplir su cometido plenamente; si no la acompaña de modo natural la relación afectiva con lo respetado. Es necesario sensibilizar a los educandos a que no lo vean como obligación, sino como parte de su identidad nacional y cultural. Que no solo se debe cultivar en la escuela, sino a esa otra, vital, decisiva, célula básica como es la familia.
En el fondo es una cuestión profundamente cultural, que no debe confundirse con la mera instrucción, aunque esta desempeña un papel decisivo para la cultura a nivel de la sociedad y en el plano personal de cada quien.
Podemos utilizar estrategias para ayudar a motivar a nuestros educandos a entonar el himno nacional adecuándolas a cada etapa, como:
Lee el Himno Nacional en voz alta y conversa con ellos sobre su contenido. Pregunta: ¿de qué nos habla?
Canta nuevamente con los niños y niñas el Himno Nacional, acompañados del fondo musical. Acércate a cada niño y niña para asegurarte que la pronunciación sea correcta. Repite varias veces, hasta que se lo aprendan.
Entrega a los niños y niñas una cartulina estilo pergamino, ayúdalos a copiar el coro del Himno Nacional y pide que lo peguen en su cuaderno.
Buscar palabras en el diccionario que estén en las estrofas del himno nacional como por ejemplo: pavor, libertad, supremo, egoísmo, yugo.
Realizar una representación teatral con elementos que estén en el himno nacional.
Solicita que expongan un periódico mural con acontecimientos de relevancia de 1. 810 y su relación con las estrofas del himno nacional.
Leer con los educandos la LEY DE BANDERA, ESCUDO E HIMNOS NACIONALES y que reflexione sobre el concepto de ley y la importancia de que los ciudadanos cumplan con la ley.
Elabora tarjetas con las estrofas del himno y organiza equipos de acuerdo a la cantidad de estudiantes para ver qué grupo arma en menor tiempo y de forma correcta el himno nacional.
Permitir a los educandos que realicen dibujos relacionados con el himno nacional, por ejemplo:
Choza, cadenas, alguien pobre, algo que represente el triunfo, alguien egoísta, cielo, lazos. Y luego ver como lo asocian con el himno.
Puedes entregar el himno como rompecabeza en papel impreso y que individualmente lo armen y peguen correctamente en su cuaderno.
Pueden realizar una jitanjáfora con sustituyendo elementos del himno para reforzar por asociación (Se denomina jitanjáfora a un enunciado lingüístico constituido por palabras o expresiones que en su mayor parte son inventadas y carecen de significado en sí mismas. En una obra literaria, su función poética radica en sus valores fónicos, que pueden cobrar sentido en relación con el texto en su conjunto)
Tararear primero y luego entonar el himno para acostumbrar el oído al ritmo del compás en que debe ser entonado.
Entonar el himno nacional y también enseñar en lenguaje de señas es una experiencia inolvidable para los educandos, si alguien maneja este recurso lo puede implementar.
Investigar la vida de Vicente Salías, Juan José Landaeta, por qué el decreto del 25 de mayo de 1881 en relación al himno nacional del presidente Antonio Guzmán Blanco
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